Brigadas Ligeras de Intervención
Para la calle y el espacio público
La ONU se transforma en una brigada de intervención ligera para aparecer donde nadie lo espera. La idea de estas acciones salvajes es crear, si es posible, una regularidad en lugares incongruentes para ver cómo reacciona el entorno a estas apariciones repentinas. Lo ideal es llegar siempre a los mismos lugares, siempre a las mismas horas durante varios días.
No llegamos juntos. Todos son independientes y autónomos. Hay que tener un conjunto que sea muy fácil de montar y que no requiera ningún equipo especial en el lugar. Lo importante es ser preciso con la hora de la actuación y empezar a tocar a la misma hora y terminar a la misma hora. La orquesta se despliega entonces en un lugar de la ciudad y lo ocupa mediante el sonido, el cuerpo, las acciones reaccionando o no a su contexto inmediato. Los músicos y los oyentes no tienen un lugar fijo o central, sino que se permiten una gran movilidad para una escucha simultánea. Las intervenciones son breves, no duran más de 20 minutos. El despeje debe ser igual de rápido. Cada uno va en su propia dirección y no se queda en la escena.
Es interesante que estas apariciones se capten por su contenido, pero también para condensar las reacciones del público a pesar de ellas ante estas intervenciones. De ahí la importancia, si es posible, de pasar al menos de dos a cinco días consecutivos en la misma ciudad. Aunque se trata obviamente de un acto artístico performativo, este "happening" es también una especie de estudio sociológico de nuestra relación con lo repentino y gratuito de una actuación artística. En un espacio exterior, los sonidos al aire libre adquieren inmediatamente otra dimensión. Todas estas percepciones visuales y auditivas sucesivas y simultáneas son la sustancia misma de una experiencia que hay que vivir. Aquí, la circulación de sonidos es la fuerza motriz, los músicos y los oyentes no tienen un lugar fijo o central.